«La cocina, la zona más social de mi hogar» – María Teresa Gómez de Ortiz
María Teresa Gómez de Ortiz ha tenido la oportunidad de visitar muchos países. En cada uno de sus viajes por el mundo ha recolectado recetas que cada fin de semana comparte con sus familiares y con su círculo más íntimo de amigos.
Su pasión por la gastronomía se refleja en la amplia y cómoda cocina de la familia Ortiz Gómez, que la misma María Teresa diseñó para preparar exquisitos platos, muchos de ellos propios de la cocina árabe, sus favoritos.
“Cuando compramos el apartamento, lo primero que hice fue remodelar la cocina. La diseñamos de tal manera que todo estuviera a la mano, debidamente organizado y con un cajón específico para las especias. En él se encuentran los mejores condimentos del mundo y los más tradicionales”, cuenta María Teresa, quien por años trabajó en el sector financiero y crediticio.
Los fines de semana, el hogar de los Ortiz Gómez se convierte en un verdadero restaurante gourmet, porque en su mesa se sirven los mejores platos de la gastronomía mundial, con ese toque especial que le pone María Teresa a todas sus preparaciones.
“Aprecio lo que ofrecen los restaurantes, pero en el hogar todo queda delicioso. Cocinar para los que más quieres da una sazón especial, por eso, junto a mi esposo programamos almuerzos y cenas especiales para nuestros amigos”, cuenta la experta en comida árabe e hindú.
Aunque no le atrae la comida tradicional, María Teresa le da un toque distinto a este tipo de platos. Por ejemplo, en su hogar se preparan unas exquisitas lentejas con leche de coco y jengibre o unos garbanzos al curri, con comino y cardamomo, menús de la cocina marroquí.
Y ese gusto por la gastronomía lo heredó su hijo Juan Manuel, ingeniero electrónico que, paradójicamente, viajó a Francia a estudiar una maestría de su profesión y terminó matriculado en una de las escuelas de cocina más importantes del país galo.
“Fue duro al comienzo, pero luego entendí que la pasión de Juan Manuel es la cocina y, como papás siempre lo vamos a apoyar. Es más, ya abrió un pequeño negocio de comida en París”, cuenta María Teresa.
Sin embargo, con su hijo especializado en gastronomía y con la pasión por el arte culinario recorriendo las venas de María Teresa, muy seguramente en la mesa de los Ortiz Gómez se seguirán sirviendo exquisitos platos todos los fines de semana.
Por: Fausto Arciniegas López
farciniegas@vanguardia.com
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