Batir a punto de nieve
Cuando escuches esta expresión no te asustes, es algo muy sencillo. Se trata de un proceso a base de huevo en el que se separa la yema de la clara para batir esta última hasta que espese poco a poco y tome una textura espumosa de color blanco. Solo necesitas de una batidora o simplemente con un tenedor haciendo movimientos circulares puedes lograr un perfecto punto de nieve.
No olvides agregar una pizca de sal.
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