Kiwi

El kiwi es de esos frutos que, aunque por fuera no es atractivo, resulta delicioso al consumirlo. Se trata de una fruta carnosa tropical obtenida del arbusto que recibe el mismo nombre. Es un fruto ovoide, cuyo tamaño alcanza el del puño de una persona. Su piel es marrón y recubierta de una fina pelusilla, mientras que su pulpa es verde, jugosa y de sabor agridulce llena de pequeñas semillas negras, por lo que facilita su cultivo.

Esta sabrosa y pequeña fruta es un  poderoso alimento para nuestro organismo, pues es muy rica en vitamina C, minerales y fibra. Además, beneficia nuestro tránsito intestinal y facilita la digestión.

 

Consejos para comprar y conservar kiwi 

A la hora de comprar kiwis, se debe elegir frutos intactos y sin manchas, descartando los kiwis muy blandos o dañados, debido a que estos pueden que tengan menos sabor. Recuerda que el tamaño no influye en la calidad del fruto.

Así mismo, se debe guardar en un lugar fresco, ya que puede conservarse durante mucho tiempo. Este fruto puede mantenerse hasta 2 semanas a temperatura ambiente y un mayor periodo si se mantiene en el refrigerador.

Tenga en cuenta que la maduración del kiwi es muy lenta y se puede acelerar introduciéndolo en bolsas junto con plátanos o manzanas, debido a que estos desprenden etileno.

 

Uso en la cocina

El kiwi se consume frecuentemente como fruta fresca. Cuando está verde, resulta leñoso y muy ácido. Sin embargo, si está muy maduro, es blando y demasiado dulce. Su momento óptimo de consumo es cuando su piel es ligeramente elástica. Se corta por la mitad para extraer la pulpa con una cuchara. También es posible cortarlo en rodajas o dados, una vez pelado.

Aunque en nuestro medio no es muy popular, en cosecha se puede conseguir en cualquier plaza de mercado o supermercado. Se vende por libras y se utiliza para hacer jugos, helados, postres o consumirlo fresco una vez ha madurado. También, en la elaboración de mermeladas, sorbetes, granizados, cócteles y batidos, entre otros.

Como si fuera poco, el kiwi es empleando para elaborar diversos licores, algunos de ellos sin alcohol. Además, se puede usar como ingrediente en recetas, acompañando a diferentes platos, aunque generalmente con fines decorativos.

En la cocina es ideal para ablandar la carne antes de cocinarla, frotándola con la pulpa del fruto.

 

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